El presunto agresor, un adolescente de 17 años originario de Paracho, habría actuado bajo influencia de drogas y posible presión criminal. Su cuerpo fue entregado a sus familiares el mismo día en que la viuda del alcalde asumió la presidencia municipal.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán dio a conocer la identidad del presunto responsable del asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ocurrido el pasado 1 de noviembre durante un acto público en la Plaza de los Mártires.
El fiscal estatal, Carlos Torres Piña, informó que el atacante fue identificado como Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, originario del municipio de Paracho. El joven murió tras el ataque y su cuerpo fue entregado a familiares la tarde del miércoles 5 de noviembre, fecha en la que Grecia Quiroz García, esposa del edil fallecido, rindió protesta como alcaldesa sustituta.
De acuerdo con declaraciones de sus familiares, el adolescente se había ausentado de su hogar aproximadamente una semana antes del atentado. También reconocieron que Víctor Manuel consumía drogas, principalmente anfetaminas y mariguana, sustancias que fueron confirmadas durante la necropsia realizada por la Fiscalía.
Las pruebas forenses también arrojaron resultado positivo en el examen de rodizonato de sodio, indicador de que el joven efectuó disparos recientemente. Las investigaciones señalan que al menos seis detonaciones provinieron del arma que portaba el menor.
Aunque hasta el momento no se han difundido de manera oficial nombres de otros posibles implicados, la Fiscalía sostiene que no actuó solo. Líneas de investigación apuntan a la participación de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), debido a medidas tomadas por la administración de Manzo contra líderes criminales en la región, entre ellas la detención de un presunto jefe de plaza conocido como “El Rhino”, pocos meses antes del atentado.
Durante el acto en el que asumió la alcaldía, Grecia Quiroz estuvo acompañada por integrantes del Cabildo y elementos de seguridad. La ciudadanía expresó respaldo y exigió justicia.
La FGE asegura que continuará con las investigaciones para determinar si el menor actuó bajo órdenes directas o presión de grupos delictivos.
Mientras tanto, Uruapan sigue bajo alerta y en espera de que se esclarezca un crimen que ha marcado profundamente a la comunidad.
